Cuando compramos la casa teníamos muy claro que conservaríamos el horno de leña porque era un elemento muy bonito y tradicional que había que respetar, y además estaba en muy buen estado.No hace muchos años el horno de leña era un elemento
imprescindible en las casas de pueblo.Generalmente se situaba en la cocina o en una esquina del corral.
El horno de la Chamba está situado en la antigua cocina de la casa,
ahora comedor, y después de una pequeña remodelación para hacerlo aún
más práctico, hemos decidido darle más uso y últimamente cocinamos a
menudo en él.Queremos recuperar la cocina tradicional y el horno de
leña es imprescindible para algunas recetas.He aprendido a amasar pan y
hacer tortas. El pan casero sale buenísimo.
Es un lujo poder desayunar una rebanada de pan casero hecho en el horno de leña, aunque es muy laborioso merece la pena.
o abrir un bote de conservas de pimientos (también casero) y preparar una ensalada (receta rica rica) que acompañada con este pan resulta doblemente sabrosa.
La temperatura del horno de leña disminuye
con el tiempo por lo que al principio, recién apartadas las brasas, está
más caliente, aprovecho para hacer un asado de carne y patatas asadas
y luego a menor temperatura, horneo el pan o piezas de repostería. Poco a poco vamos aprendiendo a controlar la temperatura (no es fácil). Por algo hay un refrán que dice "No está el horno para bollos" cuando una situación
está muy caliente.¡es verdad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario