Como diría mi madre, ¡si el tío Paco levantara la cabeza…! ¡jajajaja!
Menudo “lío” hemos formado en su nombre desde que encontré aquella vieja maleta
hasta hoy. Y hoy precisamente he encontrado esta foto, que ha sido como hallar un tesoro porque hay
poca documentación fotográfica del tío Paco, una paradoja teniendo en cuenta
que era fotógrafo de profesión, pero ya se sabe que en casa del herrero cuchara
de palo…o puede que le gustase más fotografiar que ser fotografiado, o que a lo
largo de tantos años se hayan ido perdiendo, esto es una suposición porque tengo contados recuerdos de él, eso sí, casi todos ellos vinculados
a su maleta de madera…
Hace unos días pregunté a mi madre -¿Cómo era tu hermano
Paco, mamá?- y ella, con su ya desgastada y confusa memoria de 93 años me contestó:
–Presumido, ¿Por
dónde anda ahora?
¡Jajajajaja!, es curioso que recordara por encima de todas
las demás, esta característica, presumido… y a su pregunta le respondí que
seguía en Buenos Aires porque no era plan de darle un disgusto si le decía que
ya no vivía… porque de hacerlo tendría 103 años…
-Siempre iba impecable, y con los zapatos muy limpios….-
continuó.
Se había puesto en marcha el espacio que ocupaba en sus recuerdos
su hermano Paco y era una oportunidad que tenía que aprovechar para conocer un
poco mejor a mi tío…
-Su mujer, Julia, le hacía los trajes, era muy buena modista…cosía
para las grandes señoras-prosiguió mi madre del tirón.
¡Vaya! Yo creía que
su mujer era actriz, así había construido el personaje de la tía Julieta …
-Mamá, ¿pero la tía Julia no era actriz?
-En la Argentina sí, era tanguista…
Tanguista…(más tarde busqué el significado exacto de esa
palabra en la RAE y era bien distinto al de actriz ).Bueno,
de lo que se entera una al cabo de los años..que la tía Julieta era tanguista
en Buenos Aires. Lo que son las coincidencias, pensé, quizás la decisión de
proponer como tema del concurso “tangos y boleros” no era más que un camino para llegar
hasta este dato desconocido para mí.
-Pero cuando vino a España
retomó su oficio y no le faltaba trabajo, montó un taller y hasta tenía varias
aprendizas-seguía mi madre recordando .
¡Sorpresa! Con que tenemos
“un tiempo entre costuras” en la familia y yo sin enterarme…
-¿Mamá, tuvieron hijos? –este
era un dato que no tenía claro
-No, ella ya era mayor, le
doblaba la edad a mi hermano e incluso tenía un hijo con los mismos años que
Paco-contestó con una lucidez impresionante.
Estaba claro que se había
desencadenado la recuperación de todos los datos almacenados en su memoria con
referencia al tío Paco y había que aprovechar el tirón.
- Se llamaba Enrique, era
muy guapo y estaba muy unido a Paco, siempre iban juntos a todas partes, eran inseparables.
Comencé a hilar suposiciones,
acasos, probabilidades…Paco joven y apuesto, Julieta tanguista madura y madre
soltera quizás, de Enrique, guapísimo joven bonaerense , flechazo, amor,…¿pero
entre quiénes?
De pronto se me encendió
una luz, de estas veces que se te presenta en bandeja el argumento para una novela…tengo todos los
ingredientes, ahora solo falta cocinarla.
¡Ay, cuantas cosas me
estás regalando tío Paco!
OS ANIMO A SEGUIR ENVIANDO RELATOS PARA GUARDAR EN LA MÁGICA MALETA DEL TÍO PACO.
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