Hace tiempo que le tenía echado el ojo a un viejo palé, aunque estaba muy deteriorado era de madera fuerte y aún se podía aprovechar una parte.Sebastián se encargó de cortarlo, lijarlo, darle una mano de betún de Judea y convertirlo en un botellero y yo le escribí un bonito refrán ... ¡listo! ha quedado genial en la pared del comedor.
También hemos reciclado una bonita rama de pino con piña incluida, que ahora sirve para colgar las tazas del desayuno y los "dientes" de un viejo rastrillo de madera se han convertido en soporte para las copas.
El frontal del cajón de una vieja cómoda que desguazamos lo he convertido en un perchero pintándolo con bonitos colores. En la habitación "la gatera" que es muy colorista, ha quedado fenomenal.
Una caja de vinos puede transformarse en un buzón si se abre un poquito y se fija por la parte inferior. En este caso es el buzón de sueños de la Chamba.
Una vieja jaulita queda preciosa en cualquier rincón si abrimos sus rejas y "liberamos al pajarito"
Una caja en la que vienen los quesos manchegos empaquetados (podéis pedir que os guarden una en cualquier tienda de charcutería , porque suelen tirarlas)se puede convertir en una bonita repisa "tú y yo" .Le dí una mano de betún de Judea (San betún de Judea todo lo arregla) y he pintado unos cacharritos y puesto un volantito y unos ganchos en la tablilla del centro ¡y ya está!
Dos viejas sillas encontradas en un contenedor han pasado a formar parte importante de dos habitaciones.
La de madera la restauré lijándola y dándole una mano de pintura al agua mate, luego la decapé un poquito y tapicé con un retal de Ikea. Ha quedado preciosa, la he puesto en la habitación "La gatera".
La de hierro la lijé muy bien y le dí una buena capa de pintura y ahora es la mesita de noche de la habitación "El chite"
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