




Me parece que todo retorna a su lugar, es como si el año comenzara en septiembre. Dejando atrás la euforia veraniega es a partir de otoño cuando pongo algo de orden en mi vida, no sé, creo que son el color y la luz quienes me invitan al sosiego, a la calma. Vuelven el aroma a puchero y guisos calientes que tanto echo de menos en verano y el olor a leña humeante se escapa por las chimeneas. Las alamedas comienzan a dorarse y las hojas caen despacio mecidas por una brisa fresca y limpia. Es una estación inspiradora. La Naturaleza parece tomarse un descanso y es un tiempo perfecto para hacerle fotos y sacarla bien guapa.
Estas son del Molino de Peralta, no me canso de pasear por allí en todas las estaciones, pero en otoño es espectacular.
Preciosas palabras.Maravilloso lugar.Coincido contigo, el otoño invita a centrarse, a retomar proyectos, y a esos guisos calientes que tan bien señalas.
ResponderEliminarSaludos.